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Cuidando tu figura y tu bolsillo en el siglo XXI

La mayoría de las personas se controlan en esta difícil época económica, intentando ahorrar más y gastar menos. Pero cuando se trata de la salud y la figura, ¿se puede ahorrar? Resulta que sí se puede, si se hace con inteligencia hay maneras de ahorrar dinero, al mismo tiemU FIGURA Y TU po que se come sanamente, se mantiene la aptitud física y se recibe la atención médica necesaria.

Los hábitos de salud son determinantes para cuidar nuestras finanzas; hábitos como el cigarro, el alcohol o un estilo de vida poco saludable, nos llevan a la obesidad y al surgimiento de costosas enfermedades que pueden incrementar sustancialmente los gastos que realizamos por concepto de salud.

Para iniciar con un plan de adelgazamiento, es importante que entiendas que se trata de un programa que requiere acciones de corto, mediano y largo plazo, para que los resultados sean visibles.

Para que tu objetivo de bajar esos kilos de más no atente contra tu presupuesto y adelgaces hasta tu bolsillo, aquí las siguientes recomendaciones:

  • No inviertas tu dinero en productos milagrosos que te aseguran un rápido resultado
  • Se constante en el tratamiento o rutina que emprendas, ya que si no lo terminas e inicias otro, esto sólo causará que desperdicies tu dinero y no logres resultados
  • Adicional a tus gastos mensuales, considera un monto para el pago del nutriólogo, el gimnasio o tu forma preferida de ejercitarte
  • Si buscas rebajar para una fecha especial, prográmate con tiempo para que llegues a la meta y no comiences a gastar de más en búsqueda de un resultado inmediato o milagroso
  • Es importante ir al supermercado sin hambre y con la lista de la compra hecha. El hambre hace que nos tienten comidas que nos sacan del presupuesto ya planteado
  • Asimismo, uno de los grandes problemas de ahorro de dinero es comer fuera de casa, pero a veces, es simplemente imposible para aquellos que solo hasta la noche pueden regresar a sus casas de su jornada laboral

Desventajas de comer fuera de casa

Si asistir al trabajo implica comer fuera de casa, sabrás que una de las principales desventajas de comprar comida a diario es su impacto en el bolsillo, pues sin duda, esto tiene un mayor costo económico que cuando cocinamos y comemos en nuestro hogar.

Igualmente, las desventajas de comer fuera de casa recaen sobre nuestra dieta y por lo tanto, sobre la salud y la estética del organismo, pues como sabemos, lo que comemos repercute en nuestro cuerpo, así como a nivel físico, emocional y mental. Cuando comemos fuera de casa tenemos el principal inconveniente de que nunca sabemos con exactitud qué contiene lo que comemos, pues no sabemos con qué ingredientes y de qué manera fue elaborado nuestro plato.
Además, dependiendo del ambiente, podemos llegar a comer más fuera de casa; en cambio, si cocinamos raciones justas en el hogar, no podemos pasarnos con la ingesta.

Por otro lado, la presencia de platos sofisticados y atractivos al paladar, muchas veces nos incita a comer más y más. Esto sucede también cuando comemos en un buffet libre, lugar donde solemos ingerir más alimentos, por la gran variedad de platos para escoger.

Como podemos ver, además del impacto económico, comiendo fuera de casa tenemos varias desventajas, si queremos cuidar nuestra dieta; no obstante, podemos hacer mucho para sortear estos obstáculos y lograr el cuerpo en forma que tanto buscamos.

Consejos para cuidar la dieta y el bolsillo comiendo fuera de casa

No pasa nada si un día comemos de más, pero si de manera habitual debemos comer fuera de casa, podemos emplear los siguientes consejos y cuidar la dieta, aun comiendo en un restaurante o asistiendo a un evento donde la comida no es casera:

  • Elige de antemano: si asistes a un restaurante o lugar donde puedes escoger qué comer, hazlo previamente, de manera que no sientas tentado por las ofertas variadas que figuran en la carta de menús
  • No piques pan: solicita que retiren la panera de la mesa o no piques, reserva para el momento de la comida
  • Evita bebidas calóricas: al momento de escoger que tomar, elige bebidas sin azúcar ni alcohol; con ésta medida, puedes ahorrar notables calorías en una comida. Es importante tomar en cuenta, además, que las bebidas calóricas como e el alcohol y las gaseosas, son mucho más costosas
  • No pierdas de vista lo que comes: registrar mentalmente lo que comes y no perder de vista las porciones ni la cantidad que has comido, ayudará a sostener un control en lo que ingieres, por lo tanto, lleva en tu mente un registro de lo que comes y las cantidades
  • Come despacio: si masticas bien, comes lentamente, disfrutas del momento y saboreas la comida, podrás saciarte fácilmente y comerás menor cantidad.
  • Elige primer plato como plato principal: si quieres una opción ligera para comer, puedes escoger un primer plato como plato principal y así comerás menor cantidad y más liviano
  • Evita el postre: si buscas comer ligero y debes hacerlo en un restaurante o en un comercio de comida rápida, debes evitar el postre al concluir tus comidas; preferiblemente come una fruta en tu casa o bebe una infusión digestiva para cerrar la comida
  • Cuida los métodos de cocción: pregunta de qué forma son cocinados los platos y evita las frituras, pues evitando los platos fritos, puedes ahorrar muchas grasas y calorías. Prioriza los vegetales y carnes magras

Ten en cuenta estos consejos y podrás cuidar tu peso y tu bolsillo en estos tiempos de dificultad económica.

Por: Aridia Vásquez

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