Descubre y reconoce tu verdadero valor
Nos pasamos la vida esperando que los demás reconozcan el valor que tenemos. A diario se me acercan personas para realizar sesiones de coaching y test para descubrir cuánto valen, así como para lograr identificar sus cualidades y pasiones. Durante un largo tiempo me pregunté por qué sucedía esto; sin embargo, en todas esas historias me reconocí a mí misma y recordé que hace ya muchos años yo también estaba ahí.
Logré salir porque descubrí mi pasión, esa que me movía, y empecé a listar mis recursos internos reconociendo mi valor, mis cualidades, mis puntos fuertes y los débiles e identificando acciones que me ayudaran a realizar esas mejoras. Buscando la asesoría de personas para crecer, comencé a pulirlas, a capacitarme y a trabajar duro en todo lo que tenía que hacer para lograr construir paso a paso mi historia. Utilizando las grandes herramientas con las que contaba, decidí poner mis talentos y experiencias al servicio de los demás.
Nadie debe decirte cuánto vales, cuánto vale lo que vendes o cuánto vale tu trabajo; eso lo pones tú, y si sabes que eres bueno en eso que haces, pondrás el precio que cuesta tu trabajo, no el que el otro diga. Jamás dejes que esto suceda. Cada paso, experiencia o fracaso, así como cada logro en tu camino, cuentan; no importa si eres nuevo o si necesitas buscar clientes, siempre debes darte tu valor.
Construyendo tú marca
Trabajar la marca personal es una herramienta muy poderosa, porque te ayuda a posicionarte como experto en eso que realizas, logrando que las personas empiecen a reconocer lo que haces y en lo que eres bueno, a seguirte y a recomendarte. Una vez tienes claro qué tipo de marca eres, trabajas tu currículum vitae, tus perfiles en las redes sociales y todo lo que comunique el mensaje adecuado, al público que deseas llegar.
Cuando estés en el proceso de identificar qué tipo de marca eres, debes hacerte la siguiente pregunta: ¿Qué marca quiero generar como persona y profesional? ¿Cuál es mi objetivo a alcanzar a largo plazo? Sólo así podremos construir un mensaje coherente y consistente con nosotros mismos.
La presentación adecuada
Solemos improvisar al momento de presentarnos, y en estos momentos de tanta competitividad, donde las oportunidades son escasas, no podemos desperdiciar ni un segundo. Por eso, hay que dedicar un tiempo al discurso de presentación, que para muchos es conocido como “elevator pitch”. El tiempo de duración va a depender de la oportunidad que encuentres; sin embargo, debes ser tan breve como subir a un elevador desde el piso 1 al piso 2.
Las 6 preguntas del Elevator Pitch
- Crea algo que llame la atención del receptor en pocos segundos
- ¿Quién eres?
- ¿Qué haces?
- ¿Quiénes son tus clientes?
- ¿Por qué es importante? (Beneficios)
- ¿Cuál es el objetivo?
Tu valor es el que te das, el que vayas adquiriendo, el que te pongas, el que sostengas, el que hará que te reconozcan y puedan pagarte lo que mereces, no lo que otros crean. Trabaja en ti e invierte en tu capacitación, en tus vivencias, en enriquecer tus conocimientos. No permitas que alguien critique tus ideas, mucho menos tus sueños; recordando siempre que la única manera de lograrlos es levantarnos y trabajar cada día hasta llegar a ellos, para poder disfrutarlos y celebrarlos. Que nadie te diga que es imposible, y si así lo hacen, muéstrales lo sencillo que es lograrlo.
Dale valor a tu marca y a tu vida y déjanos ver tu huella. Brilla tanto que podamos ver tu luz.
Jenny Soto, Branding/www.jennysoto.com
Coach. Marketing Consultant
@jennysotoarias –
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