Antes de iniciar un proyecto propio, pregúntate si es lo suficientemente fuerte para darte la energía que necesitas dar el gran paso y emprender este camino, que es largo, de mucha incertidumbre y muchos sacrificios.
Numerosas personas, en determinado momento, desean tener un negocio propio. Para muchos esto seguirá siendo solo un deseo, mientras que para otros, es una idea que una vez sitúan en la mente, no desaparece hasta que se hace imposible pensar en hacer otra cosa que no sea lograr ese objetivo. Es ahí cuando los que suelen tener empleo, toman la decisión de desvincularse y salir a “romper brazo”, como se dice en buen dominicano.
Sin embargo, quienes se ven en esta situación, lo primero que deben hacer es un auto-cuestionamiento sobre lo que realmente quieren lograr. Aunque no es fácil tomar la decisión, si lo hacen de la manera adecuada, no tendrán momento para el arrepentimiento.
Si estás evaluando correr el riesgo, tus respuestas honestas a las siguientes preguntas te pueden servir de mucha ayuda:
¿Por qué quiero hacerlo?
Puede ser porque quieres ser independiente económicamente, disponer de más tiempo libre, balancearla vida entre trabajo y familia, hacer dinero rápido o quieres dejar tu trabajo actual cuanto antes, porque ya no te sientes a gusto. Ojo con esta última opción, pues debes ser cuidadoso y tener en cuenta que montar un negocio no es tarea fácil; que requiere de muchas horas de trabajo y aún así la mayoría de los nuevos negocios no logra superar los primeros 36 meses en funcionamiento.
Sea cual sea tu razón, pregúntate si es lo suficientemente fuerte para darte la energía que necesitas al emprender este camino, que es largo, de mucha incertidumbre y de muchos sacrificios.
¿Es negocio o es capricho?
Una idea no es negocio hasta que genera ingresos. Muchas veces la emoción supera a la razón y vemos un “negocio” en cualquier cosa, sobre todo en las cosas que nos apasionan. Debemos confirmar que efectivamente es una oportunidad de negocio y que hay mucha gente dispuesta a pagar por nuestro producto o servicio. Es decir, que debe solucionar un problema o una necesidad a alguien.
Investigar te puede ayudar a vislumbrar un poco. No tiene que ser un gran estudio de mercado, pues hay muchas formas de conseguir información, como por ejemplo, probar con amigos, familiares y conocidos, sobre todo, con personas que se acerquen a tu mercado meta.
Averigua quien ofrece ese servicio o producto, bajo qué condiciones, a qué precio, qué cosas hacen y cuáles no.
Tu investigación puede ser sencilla, pero siempre objetiva. Esto es sumamente importante, porque todo lo que obtengas de allí, te servirá al momento de evaluar el potencial de tu negocio y proyectar la recuperación de tu inversión.
¿Cuánto conozco de este negocio?
Muchas veces estamos tan desesperados por empezar un negocio, que buscamos ideas y nos lanzamos con la primera que se nos presenta como una “oportunidad”, pero resulta que no sabemos “absolutamente nada” del mismo. Es vital que conozcas lo más que puedas del negocio al que deseas dedicarle horas y horas de trabajo y no te lances de manera apresurada.
Esto no quiere decir que no aprenderás en el camino, porque aprenderás mucho; sin embargo, esto te ahorrará mucho tiempo y dinero, pues te ayudará a saber donde conseguir suplidores, qué canales de ventas funcionan, entre otros. Además, evitará que cometas muchos errores y que busques ayuda donde no debes.
¿Cuánto me gusta? ¿Lo disfruto?
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida entera” Confucio
Si saber sobre el negocio que quieres montar es importante, más importante aún es que te guste. Cuando trabajamos en algo que nos gusta, las horas y el trabajo que le dedicamos no nos pesan; al contrario, disfrutamos cada paso y celebramos cada logro.
La pasión es el mejor combustible para arrancar con tu proyecto y lidiar con la incertidumbre contínua en la que vive el emprendedor.
Cuando empezamos un negocio nada es seguro. No sabemos si el producto/ servicio gustará, si lograrás conseguir todos los clientes que necesitas, cuándo empezarás a generar beneficios, si llegarás a fin de mes; tomando en cuenta que si no puedes vivir sin los 15 y los 30, quizá no debas arriesgarte a dejar tu trabajo actual. Es mucha incertidumbre que solo si lo disfrutas podrás manejar sin volverte loco en el camino, y sobre todo, esa pasión hará que ese camino te haga FELIZ.
Responder a estas preguntas de manera sincera te ayudará a saber dónde estás parado y a tener mayor seguridad para tomar una buena decisión. Si terminas arriesgándote a trabajar por tus sueños, te espera un camino de mucho esfuerzo, sacrificio, muchas más decisiones que tomar, pero también, un camino lleno de emociones, de mucho aprendizaje, así como de nuevos y constantes retos.
Este es solo el inicio de una lista de tareas tan larga que no sabrás por dónde empezar, pero tranquilo, pues en nuestro país el tema emprendedores cada vez toma más fuerza y te encontrarás con profesionales en distintas áreas que pueden acompañarte y hacer de este camino lo más llevadero posible, pero sobre todo, para hacer de tu negocio una idea sostenible. ¡Solo tienes que buscar!
Dina Ferreras dinafp@hotmail.com
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