Desde que obtuve mi primer trabajo, cuando tenía 19 años, como a muchos me atacó un deseo impresionante de tener mi propia Tarjeta de Crédito, lo cual, para mí representaba una especie de autonomía y una forma de empezar a crear mi historial de crédito.
Recuerdo aún la primera vez que la utilicé; compré como típica adolescente unos accesorios de moda, me sentí increíblemente poderosa con los RD$350 que había pagado con el famoso “Dinero Plástico”. Como una forma de llevar control, y aprovechando los beneficios del Ibanking, asumí como norma que cuando utilizara la tarjeta transferiría el monto consumido a una cuenta adicional que tenía para esos fines, de manera que el dinero estuviera siempre disponible a la hora de pagar la misma (sé que suena un poco inusual, pero es completamente cierto).
Es importantísimo tener presente la fecha de pago y la fecha de corte y como siempre he sido fanática de las agendas, las anoté desde el primer momento que recibí mi plástico… En fin, utilicé todas las herramientas que tenía disponible para pagar a tiempo y el monto completo, nunca menos.
Aprender a utilizarla es la clave, el autocontrol es fundamental ante este instrumento financiero y ahí definitivamente radica la clave entre una persona que la utiliza como medio de pago y una persona que la utiliza como medio de financiamiento.
Esta edición especial de Tarjetas de Crédito, está dedicada a ti, que no sabes cómo usarla, también a ti que estás en proceso de aprendizaje y también para ti, que la sabes utilizarla muy bien y que los consejos que te compartimos te ayudarán a sacar el máximo beneficio de esta útil herramienta.
Pamela Pichardo Directora Ejecutiva /@pamelapichardoj
pamela.pichardo@gmail.com
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