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¿Cómo hago para continuar?

Si piensas que fallaste, intenta identificar qué cosas hiciste, que pudieron ser la causa de lo que pasó. Conocer tus errores es parte del aprendizaje y después, superarlos, es parte importante de continuar.

Estoy casi segura de que todo gran empresario, dentro de su historia, contará que no todas sus ideas fueron exitosas o por lo menos, no al primer intento.

La mayoría de los que en algún momento decidimos emprender, hemos leído sobre esto, y por tanto, sabemos que a la primera no iba a suceder. Sin embargo, como todo en la vida, una cosa es la teoría y otra muy distinta es la práctica. Puede ser que en “tu práctica” de este año no te haya ido tan bien como esperabas y que lo veas como un fracaso.

Podemos ver fracaso en muchas cosas; es probable que no hayas logrado todo lo que te propusiste en estos 12 meses; que esa negociación importante no cerró; esa inversión que hiciste no dio los resultados esperados; perdiste un cliente importante o no recibiste la promoción que estabas esperando. Cualquier cosa que haya salido mal, será suficiente para que de ti se apodere la duda y disminuya tu entusiasmo.

Pero cuando eres tu quien debe inyectar entusiasmo al resto de tu empresa o tu proyecto, ¿cómo haces para levantar cabeza y seguir adelante? Particularmente, he pasado por situaciones de este tipo en más de una ocasión y además de mi propia experiencia, he leído mucho sobre este tema, por lo que quiero compartir con ustedes 7 consejos que en mi caso han marcado la diferencia.

  1. Define un tiempo para lamentarte… y después continuar

Es como el tiempo del “pataleo”. Es simplemente definir qué tiempo le vas a dedicar a marti-rizarte con lo que pasó -porque eso hacemos-. ¿Un día? ¿dos? No importa, lo importante es que este es tu tiempo para hacerte la víctima, lamentarte por lo que pasó, llorar; en fin, para hacer lo que tú quieras.

Puedes recrear en tu mente todo lo que pasó, repetirlo todo una y otra vez, pero transcurrido este tiempo, ya no puedes volver al tema. Toca seguir adelante. Te toca comprometerte 100% contigo mismo a continuar.

   2. Identifica los errores

Hacer un ejercicio de introspección y analizar qué hiciste mal y qué hiciste bien. Intenta identificar qué cosas hiciste que pudieron ser la causa de lo que pasó. Conocer tus errores es parte del aprendizaje y después, superarlos, es parte importante de continuar.

   3. No te lo tomes personal

No permitas que lo que ha pasado te defina. La clave para lograr lo que queremos es tomarnos las altas y las bajas con calma y no permitir que estas afecten tu confianza en ti mismo. No te castigues, pues hay días buenos y días malos. Una cosa es ser autocrítico y otra tomar un látigo y usarlo en tu contra. Leyendo sobre este tema encontré esta frase de Jeremy Bloom que lo enmarca perfectamente:“Hay que asegurarse de que los días buenos no vayan a la cabeza y los días malos no vayan a tu corazón”.

   4. Define tus próximos pasos y sé realista

Lo mejor para continuar es enfocarte en tus próximas acciones, por tanto, piensa cuál será tu próximo reto y en qué vas a poner toda tu energía. Una vez definido, asegúrate de que tus objetivos sean realistas y con esto no me refiero a que te la pongas fácil. El punto de equilibrio es que no te subestimes, pero tampoco que te sobrevalores. Los dos comportamientos pueden influir negativamente en tu desempeño y socavar tu productividad. Comparar tus objetivos con los recursos que cuentas para alcanzarlos, puede ayudarte a validar qué tan realistas son.

5. Que la competencia no sea tu fin

En el mundo de los negocios se nos desarrolla la necesidad constante de ganar, por lo que en mi caso, fue difícil entender este consejo y llevarlo a la práctica. No se trata de cerrarte a mirar la competencia. Debes conocer tu mercado y estar al tanto de lo que sucede. De lo que hablo es de perseguir un resultado que sea distinto de “superar a fulano”. Renunciar a la necesidad de ganar te liberará de competir por competir y te ayudará a utilizar esta energía en cosas más importantes para tu negocio, como: lograr mejoras en tu producto, mejorar la satisfacción de tus clientes, o a cómo superar tu último record de ventas. Esto te hará más productivo, pues estarás enfocado en superarte a ti mismo y verás que en el trayecto, lograr tu nueva meta serás más feliz.

6. Administra tu actitud

Todos los días tenemos la oportunidad de elegir quiénes queremos ser y de eso se trata administrar tu actitud.  Te puedo asegurar que no todos los días me levanto con ganas de comerme el mundo; hay días en los que simplemente no tengo ganas de hacer nada o días en los que todo parece jugar en mi contra. Lo importante es entender que TÚ decides quién quieres ser en cada situación y poner esa decisión por encima de todo lo demás, puede hacer la diferencia entre el fracaso o el éxito.

7.  Vuelve al inicio y encuentra tu motivación

Tu sueño empezó por una chispa que una vez se encendió dentro de ti. Esa chispa sufre muchos embates y cambios a lo largo del camino.  Volver al inicio es reconectarte con eso que una vez se encendió dentro de ti y que te motiva a dar el paso hacia eso que quieres construir. Es volver a reconectarte con tus razones, con el ¿para qué?de tu sueño. Para mí esto es como volver a llenar el tanque de combustible.

Recuerda que el camino al éxito nunca es lineal; unas veces vamos subiendo y otras vamos bajando. Una de las cosas que te hará ese camino más llevadero, es la persistencia, y la otra, que para mí es vital, es tratar de que ese camino te haga FELIZ.

Por: Dina Ferreras
dinafp@hotmail.com

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