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¿QUE ES EL DÉFICIT FISCAL?

El Déficit Fiscal es la diferencia negativa entre los ingresos y los egresos públicos en un plazo determinado. El Déficit Fiscal es un término que en la historia del país ha sido, hasta cierto punto, familiar, ya que frecuentemente escuchamos hablar sobre ello en los noticieros o leemos en las noticias, colocándose en los últimos meses del año 2012 como uno de los temas más relevantes, en cuanto a economía se refiere.

Sin embargo, el verdadero significado del Déficit, su impacto y sus consecuencias, no son necesariamente algo que todos conocemos y entendemos; es por esta razón que en revista Mi Dinero queremos profundizar un poco en el mismo y explicarles de manera sencilla lo que realmente sucede detrás del famoso Déficit Fiscal.

Para ello, es importante definir el término de Déficit Fiscal, hacer referencia a cada uno de los conceptos que lo conforman por separado y poder comprender la complejidad de éste. El término déficit, por ejemplo, hace referencia a una carencia de algo. En el aspecto económico, está relacionado con la mala administración de los recursos de un Estado. Por su parte, la palabra fiscal hace referencia a aquello relativo al Estado, su tesoro (fisco).

El Déficit Fiscal es la diferencia negativa entre los ingresos y los egresos públicos en un plazo determinado. El concepto abarca tanto al sector público consolidado, como al sector público no financiero y al gobierno central. Se trata del resultado negativo de las cuentas del Estado. Cuando los gastos estatales superan a los ingresos, se produce el déficit.

El déficit fiscal, por lo tanto, aparece cuando las recaudaciones por impuestos y otras vías no alcanzan para cubrir aquellas obligaciones de pago que han sido comprometidas en el presupuesto.

La contabilidad nacional se encarga de medir el déficit, apelando a diversas cuentas para poder representar con números la actividad económica de manera sistemática.

Es importante señalar que cuando un país gasta más de lo que ingresa, se dice que tiene un déficit fiscal, en caso de que gaste lo mismo que ingresa, tiene un presupuesto equilibrado y si gasta menos que lo que entra en sus arcas, tiene un superávit.

Cuando un país se encuentra en etapa de crecimiento, es normal que presente un superávit presupuestario, dado que la sociedad pagará debidamente sus impuestos y consumirá más bienes y servicios, pues contará con un empleo que se lo permitirá. Por su parte, las empresas tendrán un nivel más elevado de beneficios, lo que traerá como consecuencia positiva, un mayor ingreso del dinero fiscal.

Déficit Fiscal y Deuda Pública

Por otro lado, cabe definir el término déficit fiscal y deuda pública, ya que muchas veces se cree que son la misma cosa y evidentemente, no lo son.

El Déficit Fiscal, como ya lo hemos dicho, se refiere a las pérdidas del Estado a lo largo de un año; mientras que el segundo término (Deuda Pública), hace referencia a la deuda que el Estado ha asumido frente a sus acreedores en varios períodos, es decir, el déficit que ha acumulado. Al existir el déficit, el Estado debe recurrir a la deuda pública para pagar la diferencia negativa de sus acciones económicas, de este modo, ambos conceptos se retroalimentan.

Al aparecer un Déficit Fiscal, se entiende que el Estado ha estado gastando, durante un período de tiempo determinado, generalmente de un año, más de lo que ha recibido en impuestos y demás transacciones para el dinero público.

Cabe señalar que la forma en la que un Estado consigue el dinero es a través del cobro de impuestos, de las ganancias por vender recursos naturales y de los préstamos que realiza a otros países.

El dinero que recibe debe utilizarlo para los gastos de funcionamiento (sueldos de los empleados), en la inversión social e infraestructura (alquileres, mantenimiento), los pagos de la deuda (lo que otros países le han prestado) y la seguridad nacional, entre otros gastos estatales.

El déficit implica que el Estado ha utilizado más dinero del que tenía en sus arcas, y ese saldo negativo debe pagarse de alguna manera; para ello, se recurre a una serie de herramientas que permiten una mayor recaudación o un menor gasto (disminución sueldos, eliminación de gastos innecesarios). Pero no es tan sencillo tomar estas decisiones, es necesario tener en cuenta un sinfín de variables, porque cualquier decisión puede afectar los aspectos políticos y sociales del país.

Para medir el déficit fiscal, la contabilidad nacional aplica diversos criterios respecto a los pagos, los cobros y las obligaciones. Por lo general, el déficit se califica o se juzga de acuerdo al porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) que representa.

Para el caso el de la República Dominicana, se estima que en el año 2012 el déficit fiscal cerró en RD$188 mil millones, equivalente a un 8% de Producto Interno Bruto, o visto de otra manera, de un presupuesto aprobado para el 2012 que ascendía a RD$430 mil millones, el Estado gasto 43% por encima del compromiso aprobado por el Congreso.

Es importante destacar que tanto la Deuda Pública como el Déficit Fiscal, son los peores enemigos del desarrollo y por demás, causas esenciales por las que los países en vía de desarrollo no pueden salir de cualquier situación económica en la que se encuentren y por consiguiente, continúan endeudándose.

La relación que existe entre Déficit Fiscal y Deuda Pública es irrefutable, ya que juntas conforman un círculo vicioso y permanente que se ve reflejado en la utilización de la deuda pública para solventar los gastos del año anterior. Como consecuencia, el déficit se incrementa y cada año se hace más difícil de cubrir la deuda.

Lo ideal sería que la Deuda Pública se invirtiera de una forma en la que pudiera recuperarse.

A consecuencia del déficit, el aumento en los impuestos impactará directamente en el presupuesto del hogar, y como nuestro interés es ayudarles a palear las situaciones presupuestarias que se les puedan presentar, le recomendamos tomar las siguientes medidas:

  • Listar: Conocer en detalle en que gastamos el dinero
  • Clasificar: Determinar renglones que pueden estar asociados a ciertas actividades y evaluar si estos son básicos o de lujo
  • Priorizar: Determinar la importancia que tiene, en cuanto al gasto, un renglón frente los demás
  • Sustituir o Eliminar: Eliminar o sustituir un producto por otro que pueda hacer la misma función y que tenga un menor costo
  • Aumentar: Para algunas personas es posible aumentar el ingreso haciendo, ya sea haciendo un mayor esfuerzo o a través de la innovación en su área de trabajo

 Daniel Martínez

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