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Fondo de emergencias: “El clavo”

El fondo de emergencias debe ser equivalente al monto necesitado para cubrir los gastos corrientes de la persona o familia, en un período de tres a seis meses.

Sin lugar a dudas, la vida no siempre es color de rosas, y aunque muchos quisiéramos verlo así constantemente, día a día nos vemos expuestos a situaciones que lamentablemente solo se resuelven con dinero. Es por ello que todos tenemos el compromiso de crear un fondo de situaciones, con el que podamos resol­ver las emergencias que de un momento a otro puedan afectar nuestra salud o la de algún miem­bro de nuestra familia.

De acuerdo a lo que expresa el experto en finanzas personales, César Perelló, en su Manual Para el Buen Manejo de sus Recursos, “el clavo” o “fondo de emergen­cias” es el dinero que tenemos apartado para usar en situaciones que se presentan sin previo aviso, y que va mas allá de aquellos montos para misceláneos o imprevistos que reservamos en el presupuesto. “No se puede ser financieramente saludable por mucho tiempo, si no se posee un fondo de emergencias. Por esta razón, considero que tener uno no es una necesidad, sino una obligación, especialmente para los padres de familia”, asegura.

Señala Perelló que la diferencia entre el fondo de emergencias y los ahorros, es que el primero debe tener un límite, mientras que lo segundo no necesariamente lo tienen. Agrega que cuan­do se llega al número que establecimos como ideal para el fondo de emer­gencias, entonces hay que pensar en qué hacer con el excedente. Por supuesto, dejando intacto el fondo.

La ventaja de tener un fondo de imprevistos, es que provee seguridad ante cualquier emergencia que haya que enfrentar.

¿Para qué tener un fondo de emergencia, si siempre que tengo uno pasa algo y me veo forzado a gastarlo? Ante esta pregunta, Perelló responde que los clavos son, justamente, para usarlos cuando llegue una emergencia.

Asegura que las emergencias llegan con fondo o sin ellos; pero cuando te agarran sin un clavito, te dan muy duro. En momentos difíciles (pérdida de empleo, negocios en temporada baja, enfermedades no cubiertas por seguro de salud, reparaciones extraordinarias del ve­hículo, entre otras) es muy bueno contar con un fondo de emergencias que le de la tranquilidad para enfrentar los gastos, al menos por un tiempo, y resolver el problema.

La mayoría de los expertos coinciden en que el fondo de emergencias debe ser equivalente al monto necesi­tado para cubrir los gastos corrientes de la persona o familia, en un período de tres a seis meses.

Asimismo, en su Manual Para el Buen Manejo de sus Recursos, este experto en finanzas Personales, señala cuáles son los tipos de fondos de emergencia, así como las ventajas de tener un fondo de emergencias para romper el ciclo de la olla, como podrás conocer a continuación:

Tipos de fondo de emergencia

Hay dos tipos: el clavito táctico (a corto plazo): Es aquel que regular­mente llevamos en el auto o en la cartera, o el que colocamos en un cualquier lugar ocul­to de la casa y que nos sirve para enfrentar eventualidades menores.

Y el clavo estratégico (a largo plazo): Este nos ayuda a enfrentar proble­mas de mayor envergadura. Como ya hemos dicho, lo conveniente es que cubra de tres a seis meses de gastos fijos de la persona o familia. Es posible que con sus actuales ingresos, usted necesite varios años para completar el monto de su fondo de emer­gencia. No importa. Paciencia y constancia son el secreto. Además, se puede hacer uso de cualquier ingreso extraordinario, de esos que caen del cielo, para ir llenan­do nuestra reserva.

Ventajas del fondo de emergencias: Rompiendo el ciclo de la olla

Perelló afirma que la olla lleva a la olla. Estamos en olla y no tenemos un “clavo” para enfrentar lo que puede pasar. Se presenta una emergencia y nos vemos en la necesidad de resolverla. Si aún tenemos acceso a ellos, buscamos financiamiento a través de préstamos ban­carios o tarjetas de crédito. En caso negativo, debemos procurar préstamos informales y pagar unas muy alta tasas de interés. Esos intereses se comen todo nuestros ingresos y esta situación nos trae más olla.

Perelló expresa que para romper este ciclo, es nece­sario tener un fondo al cual acudir cuando llegue una emergencia. Usamos nuestro fondo parcial o totalmente cuando realmente lo necesitamos y volveremos a cons­truirlo en un proceso permanente. Para la mayoría de nosotros no hay otra opción.

Recomendaciones de un experto

  • Mantener el fondo de emergencias en un lugar seguro pero disponible
  • Nunca lo use a menos que realmente sea una emergencia
  • Busque la forma de que genere intereses
  • Aprenda a decir que no, si alguien le solicita prestado su clavo
  • Si lo usa, repóngalo tan pronto como sea posible
  • No le cuente a nadie que tiene un clavo

 El que no tiene un fondo de emergencias no duerme tranquilo

fuente FINANZAS PERSONALES/ MANUAL PARA EL BUEN MANEJO DE SUS RECURSOS/ CÉSAR PERELLÓ perellocesar@hotmail.com

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