¿Sabías que el tener un seguro, te puede ayudar a reducir el costo o efecto de una pérdida causada por un sinnúmero de riesgos?
El seguro, se define como la transferencia de un riesgo desconocido, a un tercero que lo asume y responde los daños que este ocasione, siempre a cambio de un costo especifico que dependerá del paquete o plan seleccionado.
El inicio de la práctica del seguro se remonta a la misma organización social de la humanidad, en la que las comunidades formaban «mutuas» (especies de cooperativas comunes) en la que respondían por los daños que la naturaleza le ocasionaba a la propiedad de uno de los afiliados.
Este esquema de negocios aún persiste en la actualidad, con especial énfasis en seguros agrarios y de responsabilidad civil marítima. Los riesgos impactan las finanzas de la familia, aunque existen diversas maneras de gestionarlas, la más efectiva en costo y beneficio, es la transferencia del mismo hacia una empresa aseguradora, la cual maneja las estadísticas propias de los tipos de riesgos a los que nos encontramos expuestos (enfermedades, accidentes, incendios, robos etc.)
De ahí nacen los ramas del seguro, que no son más que las técnicas aseguradoras aplicadas a riesgos específicos de un grupo de personas; las condiciones y reglas son recogidas en los contratos que se llaman pólizas acorde a costumbres británicas.
Imagina a tu familia como una unidad de producción; la cual puede verse interrumpida por cualquier hecho no esperado; desde una enfermedad a uno de los miembros, o un daño de tubería que provoque una inundación al vecino que está debajo de tu apartamento; lo que le permitirá al vecino reclamarte por los daños que tu tubería causó.
Ambos ejemplos afectan tus finanzas de manera inesperada; y sería muy costoso en tiempo-dinero para cualquier familia mantener un fondo de emergencia exclusivo para esas situaciones puntuales, en el que no sabes el tamaño del impacto ni cuánto podría ser el valor en riesgo.
El pago debe ser oportuno, dentro de unos límites económicos en un periodo determinado.
Otro punto que es necesario comprender en cuanto a la importancia de los riesgos: Es necesario como contratante de una póliza de seguros que cumplas dos características primordiales:
- Un interés asegurable genuino sobre el bien que estas protegiendo.
- Que lo estés haciendo con la máxima buena fe de que no agravaras ni provocaras el riesgo; por lo que pondrás todo de ti para que en caso de que ocurra, tenga el menor efecto negativo posible.
Súmale a lo anterior que tampoco te enriquecerás ni tendrás beneficio con la ocurrencia del riesgo.
Las condiciones de protección del contrato póliza para las aseguradoras, nacen producto de que son empresas y su materia prima principal es la gestión de riesgos y el trato con personas que durante años han querido sacar provecho del seguro.
De ahí que existan medidas encaminadas a que en caso de que el riesgo se materialice, a ti como consumidor o propietario te afecte su perdida; tal es el caso de los deducibles, que no son más que la participación del asegurado en el costo de la reposición del bien amparado o el pago de la indemnización a terceros. Su objetivo principal es que tengas un marcado deseo en cuidar el bien protegido en una manera que sea soportable para tus finanzas.
Lic. Geovanny Ramírez / Abogado / Especialista en Responsabilidad Civil, Seguros y Derecho de Transporte
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