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La teoría de emprender sin capital

“Asociaras este concepto cuando escuches a alguien decir que comenzó con una mano adelante y otra atrás.”

A los 20 años, cuando aún estaba en mi primer empleo, el interés de inventar y de generar alternativas de ingresos, me hizo comenzar a explorar formas en la que no tuviera que usar mi propio dinero, que de todas formas no tenía, entonces hice mi primer Bootstrapping, termino anglosajón que se refiere a emprender una tarea sin contar con muchos recursos y bajo el esfuerzo propio.

Escucho la gente decir uno de los principales paradigmas que existen, que evitan crear cosas, situaciones o negocios, y es que, no posee capital o lo suficiente para comenzar. Es normal este tipo de pensamiento, ya que el dinero es uno de los principales recursos en los proyectos.

¿Pero que hacer ante situaciones en la cual quiero comenzar un pequeño negocio y no poseo capital? o también dicho, ¿no suficiente capital?

En aquel momento yo use una alternativa, para emprender mi negocio de venta de cámaras digitales, pero existen varias formas, tradicionales y no tan tradicionales para iniciar o probar tu idea.

La que use en aquel momento es una de ellas, las tarjetas de crédito. Esta herramienta o producto, te permite, con su buen uso, hacer negocios o transacciones sin usar capital propio ni pagar interés siempre y cuando saldes el monto total antes de su fecha de vencimiento. Este producto tiene la ventaja que te permite tener hasta 52 días libres de intereses asumiendo que consumas el día después de tu fecha de corte si es el caso. Las tarjetas generan un corte cada 30 días y te dan de 20 a 22 días para pagarlas, es decir, si consumes el 2 de Diciembre teniendo tu tarjeta el corte los días 1ro, significa que para que se refleje tu consumo en el estado de cuenta, debes esperar el 1ro de Enero para que a partir del 1ro de enero tengas de 20 a 22 días para saldar este consumo, es decir, estás generando una compra en la cual tuviste libre de intereses y cargos más de 50 días de financiamiento “gratis”, tiempo en el cual me tomaba yo para vender mis cámaras digitales, cobrar y pagar la tarjeta de crédito, sin financiamiento alguno.

Ahora, las tarjetas de crédito son un arma de doble filo, ya que, si no logras pagar el total del monto adeudado a la fecha, te suele cargar el interés mas caro de todos los productos financieros existentes, más de un 80% anual o más, sobre el saldo insulto, o mejor dicho, saldo adeudado pendiente.

En resumidas cuentas, yo usaba el dinero del banco, en tarjetas de crédito, para comercializar un producto, siempre cuidando pagar el balance total antes de la fecha de vencimiento y evitar altos cargos por financiamiento.

Otro modelo importante, de crédito también, es el uso del “crédito” per se. Solicitar crédito es la forma más común de emprender en el mundo. Ya sean 7 días, 15, 30 o 60, mejor aún si ¡3 meses! para pagar.

Para esto si debes asegurar de poder pagar ese crédito en el termino negociado. Una frase famosa dice “En el pedir esta el dar”, siempre, siempre, siempre, solicita crédito, es una de las primeras formas de negociación de hace siglos. Lo importante aquí es honrar tus compromisos con tus acreedores tratando de asegurar el pago con tu cliente de alguna manera que tengas el dinero antes de que se te venza la factura o deuda. Comprar a 45 o 60 días de crédito y vender a 30 es una de las formas más inteligentes de apalancarte y financiar tu operación sin pagar intereses. También existen diferentes formas de tu asegurar que te paguen o cubrirte es pidiendo una garantía de pago a tu cliente, que muy bien esta pudiera ser un cheque con la fecha justa en la cual tu estas otorgando crédito, pero mucho mejor aun si vendes tu producto o servicio de contado.

Otra modalidad de no usar tu capital para emprender un negocio, se llama “consignación”, el cual es la forma en la cual te ceden un producto para comercializarlo por un periodo definido, pero si este no lo logras vender en su totalidad, lo puedes devolver a tu acreedor.

Pudiéramos hablar también de otras formas como el de “prestamos blandos”, que son los préstamos que son facilitados por personas cercanas y de confianza o en inglés FFF (family, friends and fools / familia, amigos y tontos), con 0% de interés o un interés muy bajo y condiciones de tiempo muy flexibles. Los FFF son por excelencia los primeros a los que se recurre. Existen otras modalidades menos simples como la de pago por adelantado por parte de tu cliente o comprador, conseguir inversionistas que financien tu idea o proyecto, venture capital (VC), crowdfunding, entre otros. Busca información sobre estas modalidades.

Todo buen negociador debe conocer estas modalidades y no debe tener miedo al solicitar cualquier forma de crédito, consignación o préstamo (si es necesario), que te permita emprender sin capital.

 Por: Enmanuel Román Fernández
CEO BetsyFoods y CEO Chispa Emprendedora /

enmanuel@betsyfoods.com

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2 comentarios on “La teoría de emprender sin capital”

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