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Me gradué, ¿y ahora qué?

Me gradué, ¿y ahora qué? Es una pregunta que casi todos nos hacemos cuando recibimos nuestro diploma pero, Buscar trabajo es ya un trabajo y como tal requiere estrategia, disciplina y conocimiento. 

Muchos jóvenes, luego de su egreso de las universidades, enfrentan los retos en torno a su inserción al mercado laboral. Como docente universitaria, es muy común para mí escuchar entre mis estudiantes lo engorroso que les resulta el inicio de esta etapa en su vida profesional.

El desempleo entre jóvenes de 18 a 24 años en nuestro país alcanza el 31%; más del doble del porcentaje de desocupación global en República Dominicana, que es de un 14.7%; estadística preocupante que muchos sectores esperan sean solucionadas por el gobierno y el sector privado. Fuente: Organización Mundial del Trabajo (OIT ).

Según el plan decenal de educación 2008-2018, un 25.5% de los jóvenes estudiantes y profesionales no está trabajando. Esto equivale a 379,147 jóvenes. Este cálculo se realiza en función a la población económica activa. De una población estudiantil calculada en 2015 de 415, 294 estudiantes, matriculados en un total de 41 centros de estudios superiores, se reciben anualmente miles de jóvenes egresados (aproximadamente un 4%de la matrícula) que se supone buscan optar por un empleo, preferiblemente en su área profesional.

Partiendo de la mejora en la oferta educativa actual, versus años anteriores, podríamos suponer un correlativo aumento en las colocaciones laborales, basado en:

  • Desarrollo tecnológico que ha permitido la modernización del sistema educativo, así como su contribución en el acceso a la información y educación virtual.
  • La entrada de nuevas profesiones y cursos de especialización acorde a las nuevas tendencias y actividades económicas: e-commerce, diseño de contenidos, marketing digital, son solo algunos ejemplos.
  • La popularidad y crecimiento del Freelance, que permite a trabajadores ofrecer sus servicios sin atarse a una empresa en particular, así como combinar el estudio con el trabajo, al manejar su propio tiempo. En contraparte, reduce la nómina de los empleadores.

Por otro lado, son muy marcadas las iniciativas pro-empleo juvenil, tanto de universidades, instituciones gubernamentales, como de gremios juveniles y estudiantiles. Hablamos de ferias de empleos, programas sociales, bolsas de trabajo, portales de empleo, entre otros.

Entonces, ¿por qué no avanzamos?, ¿qué necesitan? ¿qué no están haciendo?¿qué les falta a nuestros jóvenes que limita su acceso a trabajos? ¿Es educación, motivación, orientación, o experiencia?

¿Es genuino el constante y popular discurso entre los jóvenes de que “no hay trabajo” o que “no me dan trabajo porque no tengo experiencia”? Yo difiero de eso.

En mi opinión, buscar trabajo es en sí un trabajo, y como tal, requiere de estrategia, disciplina y conocimiento.

«De acuerdo a la Encuesta Nacional de Juventud 2005, los jóvenes solían buscar empleo utilizando principalmente tres métodos: recomendaciones personales, presentándose personalmente y enviando currículum a las empresas»

Desde mi punto de vista, como profesional que ha tenido la oportunidad de laborar en varias empresas, sugeriría a nuestros jóvenes, si desean obtener un buen trabajo o cambiar el que ya tienen, definir este proceso de búsqueda como un proyecto personal, en base a la siguiente estrategia:

1. Experimentar un cambio de actitud ante el tema laboral. 

Somos lo que pensamos y todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Cambiando nuestra mentalidad, cambiarán nuestros resultados.

2. Asumir la búsqueda de empleo como un proyecto personal y trabajarlo como tal.

Programar y calendarizar actividades, establecer fechas y tareas, establecer tiempos y objetivos específicos.

3. Buscar orientación profesional. 

La orientación persigue incrementar la empleabilidad de una persona, formándola en técnicas de búsqueda de empleo, como la elaboración de un currículum vitae, la preparación de una entrevista de selección o la búsqueda de ofertas de empleo, así como desarrollando aquellos aspectos personales que la ayuden en la consecución de sus objetivos. Si no puedes pagar un servicio privado, te recomiendo los blogs especializados en el tema, como cazatutrabajo.com, mejoratucv.com, zumodeempleo.com, plandeempleo.com, entre otros.

4. Utiliza todos los recursos de búsqueda disponibles

Head Hunters, Webs de Empleos, Redes Sociales, Agencia de Empleos, Networking. Haz una lista de estos recursos e inicia los contactos de forma rutinaria. Cada día se publican nuevas vacantes y una podría ser para ti.

5. Un currículum ya no basta. Hay que estar en LinkedIn.

Si bien no es una página de empleos, es una red social profesional. Más de 200 millones de profesionales tienen un perfil en Linkedin, incluyendo a los principales ejecutivos de grandes empresas, y a empresarios de éxito como Richard Branson, Bill Gates, o líderes de pensamiento como Guy Kawasaki, Tonny Robbins o Daniel Goleman. Esto te permitirá hacer networking, saber dónde laboran tus contactos y conocer muchas publicaciones serias de vacantes interesantes. En la actualidad el 25% de las 100 compañías FTSE usan LinkedIn para la búsqueda de talento.

6. Crea tu marca personal.

profesional como si fuera una marca. Define los elementos necesarios, que pueden ir, desde objetivos, tonos y valores, hasta productos y servicios. Luego podrás monetizarlo. Quizás puedas encontrar un gran futuro en tu pasión. Estas recomendaciones pueden potenciar tu valor e imágen profesional, ayudarte a buscar un trabajo más allá del dinero, salir de tu zona de confort y trabajar con verdadera pasión en aquello para lo que tienes talento.

Entonces, ¿te graduaste? “Emplea tu Talento”.

Por: Giselle Rodríguez

 giselle.escofet@hotmail.com

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