Es importante recordar que las decisiones van a producir consecuencias y que frente a ellas debemos asumir responsabilidad. También recuerda que no tomar ninguna decisión es una decisión. Algo que debemos tomar en cuenta la importancia de las anotaciones para manejar adecuadamente el dinero.
En la pasada edición iniciamos con la publicación de este artículo, a través del cual, mencionábamos las ventajas de llevar las anotaciones de cada salida de dinero que realizamos. Si luego de leer nuestro primer artículo, decidiste qué plan de anotaciones vas a llevar y en qué tipo de aplicación la vas a registrar, la pregunta en la que de seguro estás pensando es: ¿qué hago ahora con toda esta información? ¿Qué provecho puedo sacar? Pasemos a dar respuesta a tus inquietudes
Primera recomendación: Fíjate en la cantidad de dinero que gastaste durante todo el mes en que llevaste el registro. Es decir, que hagas la suma total de todas las salidas que hubo durante el mes. ¿Te sorprende la cantidad de dinero que gastaste? Luego tienes que comparar esa cantidad con la cantidad de dinero que recibiste o generaste durante ese mismo mes. Se van a presentar tres escenarios posibles:
1) El total de lo que salió fue mayor que lo que entró
2) El total de lo que salió fue menor que lo que entró
3) El total de lo que salió fue igual a lo que entró
En algunos de esos tres escenarios debes estar, sin lugar a dudas.
Si estás en el primer escenario, entonces hubo un déficit, gastaste más de lo que tenías disponible y eso quiere decir que tendrás que buscar un dinero extra para compensar este faltante. Ese dinero puede venir de varias fuentes: tus ahorros, financiamiento, alguna ayuda que recibes, un dinero que vas a recibir más adelante -ya lo comprometiste, entre otros.
Si estás en el segundo escenario, entonces tuviste un superávit y gastaste menos de lo que tenias disponible, lo que quiere decir que te sobró dinero. Ese dinero lo puedes utilizar para tus ahorros o para algún proyecto específico. Si estás en el tercer escenario, entonces no tuviste déficit ni superávit. Te quedaste sin nada de dinero. Lo saludable desde el punto de vista de tus finanzas, es que hayas quedado en el segundo escenario.
Segunda recomendación: Observa, de manera muy objetiva, cada una de las salidas que tuviste; esto, con la finalidad de identificar algún patrón de gasto en alguna partida determinada y la cantidad de dinero que destinaste a esa partida. Por ejemplo, te puedes dar cuenta de que en la “bandeja de fruta” que te comes “cada día” has gastado una “cantidad de dinero” que no te imaginabas, o en los “capuchinos” que te tomas varias veces al día o en la cantidad de dinero que destinaste para los “limpiadores” del vidrio de tu carro. es decir, la cantidad de veces que se repite una misma salida y el monto de salida.
Tercera recomendación: Definir en cuáles partidas tendrás que hacer ajustes, ya sea que disminuyas la cantidad de veces que debe aparecer una partida o que disminuyas la cantidad de dinero que destinas a esa partida. También puede ser que decidas que no sea una cuestión de reducción, sino de eliminación. Este momento es muy importante, pues tiene que ver con tomar decisiones y debemos recordar que las decisiones van a producir consecuencias y que frente a ellas debemos asumir responsabilidad. También recuerda que no tomar ninguna decisión es una decisión.
Cuarta recomendación: “Manos a la obra”. No te puedes quedar simplemente en buenos deseos. Hay que accionar y ese accionar debe reflejarse en la próxima anotación que hagas.
Para finalizar, te exhorto a que memorices las siguientes frases:
“Lo innecesario, aunque cueste sólo un centavo, es caro”.
“El derroche, aunque sea para satisfacción propia, siempre conduce al fracaso”.
Importancia de las anotaciones para el manejo adecuado del dinero (1ra. parte)
Por: Joaquín Disla | joaquin_disla@yahoo.com
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